La perrita fue recogida en muy mal estado, con heridas, el rabito amputado, y está cojita debido a una fractura.
Como no servía para cazar la abandonaron a su suerte y terminó como muchos otros galgos, bajo las ruedas de un coche. Es muy cariñosa y tiene buen carácter. Se lleva bien con todos, pasea bien de la correa.
SU HISTORIA:
Hola a todos, me llaman Lía aunque mi nombre completo es Rosalía y os voy a contar un poco de lo que ha sido y es mi vida.
Soy una galguita de un año de edad nada más, pero a pesar de mi corta edad ya he tenido que experimentar las más crueles hazañas de la gente desalmada que me ha tenido a su cargo.
Me encontraron en Peñafiel por las calles vagando solita en Enero de 2009 unas chicas de la policía local. Estaba merodeando cojita, sola y herida por las calles del pueblo y tenía una bolsa de plástico en la cabeza, tal vez porque metí la cabeza en ella buscando comida y se me enredo o porque alguna cruel persona me la puso, eso no se sabe…así que me recogieron, no puse resistencia alguna, estaba tan agotada que me deje atrapar rápidamente.
Tras recogerme y ver las lamentables condiciones en las que me encontraba, decidieron que no podían llevarme a la perrera ya que allí lo más probable es que me sacrificasen puesto que, ¿quién iba a adoptarme así? Por eso contactaron con una veterinaria del pueblo quien les dio el contacto de una chica de Valladolid que tal vez pudiera ayudar, y así fue.
Desde el día en que fui recogida mi vida cambió por completo se hicieron cargo de mí a pesar de mis pésimas condiciones.
En mi casa de acogida me han atendido diariamente las lesiones que presentaba. Tenía la patita delantera izquierda muy inflamada, probablemente por una fractura a nivel de la articulación del codo, y me impedía por completo apoyar así que andaba con la manita en vuelo. Además aparecí con el rabito amputado en parte y con herida abierta que dejaba a la intemperie tejido óseo.
Con inmovilizaciones, férulas y vendajes me han estabilizado la patita y hoy día ya apoyo y puedo hasta correr. El rabito ya se me ha curado del todo aunque costó bastante porque acostumbraba a quitarme los apósitos que me ponían, pero con paciencia me lo han curado por completo.
Nadie sabe lo que he podido sufrir en el pasado, pero tengo gran cantidad de cicatrices de distinto grado de evolución por todo mi cuerpo, e incluso tengo una fístula en un lado de la carita que profundiza hacia la parótida y segrega saliva cuando como.
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UNAS FOTOS DE CUANDO LLEGÓ:
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